Blogia
HIPOCAMPO DE CONCENTRACIÓN

Adiós Aguirre bienvenida esperanza

Adiós Aguirre bienvenida esperanza

Hace unos meses nos sorprendió la noticia de que el capitán de un barco, el costa concordia, abandonó el barco antes que los pasajeros, salvándose él y dejando que se hundiera con todos dentro. Hoy ha pasado algo parecido en política y es que Doña Esperanza Aguirre ha dimitido. Ese personaje público frío, impasible, implacable e irreductible ha mostrado su dimisión, y las dudas y los miedos invaden mi mente. Precisamente, la que pensé que lucharía hasta el final, la más ambiciosa que quería aspirar a más y más, la que ascendía cada vez más su popularidad por sus continuas polémicas, la causante de tantas animadversiones contra todos los gremios de trabajadores de este país, la que pensé que no se rendiría nunca ni aunque el 99% del país gritara ¡Fuera Fuera! dice que se va. Me planteo dos cosas: 

Una, que es humana, y las adversidades pudieron con ella, viendo el odio que generaba y las malas gestiones que hacía, además de tuppers tirados sobre ella, o profesores y médicos gritándole en su cara, o micros abiertos que delatan su falta de tacto, lástima, piedad y comprensión por la emergencia social en la que se encuentra todo el país... pero sinceramente, creo que esta señora ya se había inmunizado contra toda empatía y no le importaba nada más allá de su hocico (muy feo por cierto). Así que me planteo la segunda opción: 

Dos, que la cosa es definitivamente alarmante y la ex presidenta se veía venir el percal, y se quiere apartar para que no le salpique la mierda que nos baña hasta el cuello a día de hoy.. 

Tampoco creo que sea dignidad y coherencia, ya que hace poco su "superior" Rajoy decía que si por él fuera no tomaría estas medidas que están hundiendo al país, pero que la realidad así se lo exigía. Y yo me pregunto, ¿por qué no se mete usted esa patraña por donde no le quepa, para que encima le desgarre? si no está de acuerdo, LÁRGUESE, sea transparente y gánese al pueblo que está perdiendo diciendo: "señores, lo siento mucho, no me esperaba este temporal, y las medidas que me exige la "realidad"  no son afines a lo que pienso, así que antes de actuar en contra de mis convicciones, permítanme dimitir porque no estoy siendo franco con mis ideales" (lo de franco no es solo un calificativo). Dimita también usted Rajoy, en serio, por favor, sea coherente, esa de la que tanto alardea y al día siguiente se contradice. Sabe usted que no lo va a arreglar ni pidiéndonos 1000 euros diarios puerta por puerta, sabe perfectamente que el sistema y la estructura viene con anomalías de fábrica, y por esas grietas se vierten nuestros derechos y nuestro futuro. Solo benefician a los fabricantes de sistemas anómalos, y esos son muy pocos, no todos nosotros. 

Retomando a la esperanza (nunca mejor dicho) ni siquiera creo que ella lo haya dejado por esta razón y que sea autocrítica y diga: "que va, no estoy de acuerdo con cómo estamos cocinando a los ciudadanos y no quiero formar parte de esta debacle". No, desgraciadamente creo que ella es incluso una ideóloga de esta hecatombe social y le da exactamente igual que nos pudramos en nuestra podredumbre. Le da exactamente igual privatizar la educación aunque eso conlleve que solo estudien los hijos de cuatro gatos persas, le da exactamente igual el estado de bienestar que se están cargando a base de recortes de manga, le dan exactamente igual los enfermos (como ella) que necesiten tratamiento, urgencia o asistencia médica, si no tienen dinero, que se pudran (o que se jodan, que está más de moda) Esa parece ser su empatía y su sensibilidad. Le da igual todo menos ella. Pues bien, a mí me da igual ella, así que puede usted pudrirse en su soberbia. Gracias por nada.

0 comentarios