Blogia
HIPOCAMPO DE CONCENTRACIÓN

Paredes cuánticas

Paredes cuánticas

Me separa una pared de una vida totalmente diferente a la mía, pero a veces soy testigo y partícipe de dicha vida. Hablo de mi vecina y constato que soy testigo porque a veces la escucho discutir con su pareja, otras llegando de marcha, otras follando y a veces haciendo el amor. Pero también constato que soy partícipe y no por unirme físicamente sino porque según la física cuántica, el simple hecho de ser observador de algo altera el objeto observado. Dicen que cuando se observa una partícula subatómica ésta se ve afectada en su carga simplemente por ser observada, y yo doy fe de que mi vecina anoche tuvo un orgasmo, y que yo, de alguna manera insconsciente para ella, influí en él, solamente por atestiguar dicha situación. Es muy probable que su orgasmo no fuera real y que quisiera quitarse ya de encima a su pareja o evitarle la frustración e incapacidad de generárselos y evitar así más discusiones (ya sabemos que la mentira es la manutención de la confianza) pero también hay un porcentaje de probabilidad de que sea una pareja sexualmente compatible y hasta los espasmos y contracciones sean sinceras. En cualquier caso me siento responsable de sus éxitos o de sus apariencias, solamente por ser testigo. 

Ella además, cuando está sola, chapurrea la guitarra y canta a viva voz canciones Pop fáciles de tocar y la verdad es que tiene una voz muy bonita, aunque no tan bonita como cuando está en pleno climax, esa es preciosa. Un día se puso a cantar La oreja de Van Gogh y yo puse a Sabina en mis altavoces a todo volumen. Otro día la oí intentando sacar Umbrella de Rihanna y yo puse Fix You de Coldplay. A veces soy yo el que ensayo mis canciones con la guitarra y en esos momentos no oigo nada al otro lado; tal vez no esté o tal vez esté escuchando en silencio. Lo que está claro es que ambos sabemos que nos estamos mandando mensajes en clave, que coexistimos y que somos un poco partícipes de nuestras vidas aunque no nos hayamos visto. 

Siento una enorme curiosidad por saber cómo será nuestro primer encuentro físico si, por ejemplo, salimos los dos a la vez de la casa y nos vemos en el pasillo. Sé que es guapa, en mi ciega percepción lo es, su timbre de voz, sus gritos enfadada, sus jadeos, reconciliaciones y escalas han diseñado en mi cabeza una belleza subjetiva. Solo quiero saber cómo interactuaremos al vernos, tras tantos mensajes encriptados mandados tras la pared, tras tantas batallas de acordes, tras tantos momentos íntimos compartidos. 

El ciberespacio es un pañuelo así que espero que nunca lea ésto, o que si lo lee se sienta identificada pensando en mí, en su vecino, pero sin saber que he sido yo el que lo ha escrito ni que es ella la protagonista (los datos de las canciones son falsos, por si acaso, aunque parecidos en estilo) No me gustaría que esa lectura empañase nuestro primer encuentro visual que estoy seguro de que será una sonrisa mutua, tímida y cómplice por conocer yo sus orgasmos y ella los míos antes de habérnoslos generado. Quién sabe si el día de mañana es el otro vecino de la otra pared el que presencia nuestro orgasmo conjunto, afectando en él de alguna forma. 

Sea como fuere, querida multiorgásmica, y tras habernos influido tanto en nuestras vidas simplemente por observarnos...  estoy alterado de haberte conocido.

0 comentarios