Blogia
HIPOCAMPO DE CONCENTRACIÓN

El aire impuesto

El aire impuesto

El aire me ha vuelto a fallar, me decepcionó, defraudó la hacienda de mi pulmón y la declaración me salió a asfixiar. Ya no me sorprende, soy asmático desde niño, aunque nunca me impidió terminar los Test de Cooper ni ganar mis medallas en Fondo y Relevos; corría rapidísimo pese a ser un tirillas. En los relevos me ponían el último porque solía remontar a los rivales y en los partidos de fútbol siempre llegaba hasta el final aunque se me saliera el corazón por la boca.

El asma nunca me impidió hacer ninguna actividad, pero sí provocaba que al terminarla estuviera más cansado que nadie y necesitara el triple de tiempo de recuperación que mis amigos que ya estaban pidiendo otro juego físico. A veces pienso que el asma se ha extendido en mí de forma generalizada, no solo en el pulmón, ya que siempre he necesitado más tiempo que los demás para recuperarme de las cosas. Eso sí, en cuanto me recupero vuelvo a ser aquel galgo alevín ilusionado con una meta por delante y una posible medalla de reconocimiento por el recorrido. Solo necesito un poco más de tiempo que tú, lector (el tiempo es mío y me lo tomo cuando y como quiera) A veces recurro a algún inhalador, o una RCP sorpresiva insufla bocanadas, o un chute de adrenalina inesperada me despeja el pecho y las incógnitas de algún sistema de inecuación no lineal, pero de todos modos necesito más tiempo, respirar más profundo que tú, más veces que tú, siempre es triple esfuerzo, con dolor en el tórax y en los trapecios y en la paciencia, como si te pusieran otro Tú encima y tuvieras que levantarlo con la respiración (los asmáticos saben de lo que hablo) es la pleura haciendo press banca y la desesperación haciendo apnea. No se lo recomiendo a nadie, aunque el hecho de que yo lo tenga no fue por aceptar ninguna recomendación, vine así de serie, fue impuesto, impuesto de un contribuyente que a veces respira sin IVA y también decepciona, y falla y defrauda el aire. Es el aire impuesto.

Como dije al principio ya no me sorprende, pero sigue asustando, sobre todo cuando estás solo y sale de la nada, sin ningún esfuerzo físico, viendo de madrugada el bucle del canal 24 horas. ¿Qué lo desencadenó? ¿Gaza? ¿El silencio a las 2:00 A.M? ¿Repsol? ¿Qué me hizo fracking en el pecho? ¡Malditas prospecciones! ¡Maldito ministro! ¡Maldito suministro! Con la de renovables y "relájatevictor" y ventolines y "notepreocupes" y eucaliptos y gasometrías y razones que hay para respirar... Qué hijo de puta el aire, "te voy a esperar cabronazo", como vuelva le voy a coger, y como lo coja.... eso, lo voy a coger. Aunque pese, aunque pase, aunque pise sobre mí, aunque pose sin mí, aunque puse mi estéril empeño en no depender de él. 

 

0 comentarios