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HIPOCAMPO DE CONCENTRACIÓN

CERN o no CERN

CERN o no CERN

El fin del mundo es comercial. Recuerdo a bote pronto tres teorías alarmistas de estas que muchos se creen y les genera angustia por ser inminentes. No hablo ahora de las que siguen rondando y amenazando con miedos a largo plazo como el calentamiento global, el terrorismo químico, los volcanes, hundimientos de islas que crearán maremotos gigantes, pandemias virales, o meteoritos en órbita. Hablo de las teorías que se crean de un año para otro con el objetivo de generar en nosotros... no tengo ni idea cuál es el objetivo, gilipollez pura y dura debe ser. 

Recuerdo con nitidez el famoso efecto 2000. Ese fin de año estaba todo el mundo con la mosca detrás de la oreja porque a alguien se le ocurrió decir que los ordenadores se desprogramarían por el cambio de milenio y generaría un caos técnico en el que las bombas nucleares controladas por ordenador saltarían solas. Sobrevivimos a esa estupidez. 

No hace muchos años salió otra teoría más científica, y soy de los que pienso que, a veces, lo que leo sobre ciencia, va a misa (paradójicamente). Era la del acelerador de partículas con el colisionador de hadrones. El experimento consistía en hacer colisionar unas partículas a una velocidad más rápida que la de la luz, y la materia conseguida a través del impacto iba a generar, por lo visto, un agujero negro que nos devoraría a todos. Años más tarde los científicos del CERN, así se llama el laboratorio de investigación, dijeron que el experimento había sufrido una fuga de partículas. Lógico, todos sabemos que los hadrones siempre quieren escapar, y a mí solo se me ocurre la imagen cómica de un científico gritando: "Al Hadrón". A día de hoy no hay señal de agujeros negros, pero sí han descubierto, o eso dicen, algo llamado el Bosson de Higgs, que para que no suene a enfermedad o menú de alta cocina lo tradujeron como la partícula de Dios y así ciencia y religión no se pelean, qué pelota el Higgs. También sobrevivimos al CERN o no CERN, esa es la colisión.

Ahora nos vienen con otra, el fin del mundo Maya. Por lo visto, unos frikis muy listos que no tenían ni comics ni internet hace siglos se pusieron a escribir un calendario y se les acabó la tinta, o la sangre, o la tiza, al llegar a diciembre del 2012, y claro, casualmente es la época actual, qué raro. Me apunto a profeta, y me atrevo a vaticinar que en el 2016 saldrá la próxima teoría armagedónica.

Me imagino que alguien se estará beneficiando de estas estupideces, porque hay gente que se lo cree, pero yo no voy a ser menos y he encontrado en el fin del mundo una motivación. Voy a darle sentido a mi vida, haré una lista con todo lo que no he hecho, y lo haré. Creo que ese es el objetivo final, un típico carpe diem o un "de extinguidos al río". Me convertiré en sensacionalista para apuntar las cuentas pendientes en una lista. Mira por donde el fin del mundo será el principio de mi anarquismo:

Por si acaso, por si los armagedones, por si es un fracaso el colisionador de Hadrones, enciendo mi propia alarma social e ignoro las precauciones. Por si acaso, actuaré con urgencia, como si a largo plazo no hubiera consecuencias. Ya me curé de Nostradamus pero aún me inquieta la ciencia, y esta excusa la aprovecho para hacer todo lo que no he hecho. Entraré desnudo a las iglesias, pagaré el tiempo perdido en especias, haré lo que siempre me reprimo, empujaré por la calle a los mimos, entraré con gabardina a los vestuarios femeninos, encenderé a las tantas la taladradora, me meteré en la ducha de la madre superiora, contaré los finales de película en las colas del cine, le robaré a un millonario para reservar un yate, irme contigo a altamar, hacer el amor y usar los billetes como cleenex, y lo que sobre, tirarlo al mar, para ayudar en la hipoteca a los delfines. Perderé la compostura, le lanzaré piropos a las inseguras, pediré matrimonio en las discotecas, gritaré "socorro" dentro de las bibliotecas, y por supuesto tendré que ir una vez en la vida a la Meca. Te perdonaré todo el daño que me hiciste, gritaré en las guarderías que los reyes no existen, me moriré de risa en los funerales, miraré los eclipses sin gafas especiales, e ignoraré de una vez por todas mis dilemas morales. Le ofreceré mi ayuda a Jorge Bucay, pondré nuestra foto ilegal en un frame de Prime Time, gritaré: "¡¡Paren esa boda!!" Haré flexiones en los pasos de peatones, meteré cartas de amor en los buzones, inflaré el chaleco salvavidas dentro de los aviones, volveré a ver las tres del padrino en un día, tomaré decisiones impulsivas, te haré protagonista de mi biografía y podré decir, sin escupir para arriba, que fuiste la mujer de mi vida


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