CORRESPONDENCIA POR CORRESPONDENCIA
Esta nota la he encontrado en la acera de una calle de Las Palmas esta tarde. Suficiente material para guionizar sobre la intrahistoria que se esconde. En mi cabeza es una chica declarándose con miedo ante un chico (o chica) y que le ha echado valor para dar ese salto tan complicado a veces, al no saber si la piscina estará climatizada, o no se hará pie, o han quitado el agua. Se podrá alegar cobardía al refugiarse tras un papel y no decírselo a la cara, pero solo por arriesgarse a decirlo ya hay señales de valentía. No debe ser fácil. De hecho, aseguro que no es fácil. Tal vez nunca se la llegó a entregar. Tal vez se le cayó y está desesperada buscándolo. Tal vez se lo dio y no hubo correspondencia, aunque paradójicamente, al ser una carta, sí que hubo correspondencia. Tal vez fue el destinatario quien la tiró tras responder con un beso, o tras hacerle el vacío. Tal vez sea antigua y lleve años flotando por las calles de la ciudad y sea anacrónica porque ya le gusta otra persona. Ya se sabe que las palabras, nunca mejor dicho en este caso, se las lleva el viento, y que el papel lo aguanta todo.
Sea lo que sea, ésta es mi carta para la persona remitente:
¡Bravo! por echarle valor, por desahogarte, por zozobrar lo que intuyo que lleva ahogándote un tiempo, el suficiente como para rebosar esas palabras en una carta por el miedo que te daría decírselo mirando a los ojos; palabras que aunque tienen faltas de ortografía, no les falta sinceridad y honestidad. Bravo por decir lo que sientes. Bravo por no ocultarlo. Bravo por saltar al vacío, o al lleno (eso espero) Ojalá te responda con un beso, ojalá se estén besando ahora mismo. Y si no, si el destinatario aún sigue en la inopia, aquí está mi aportación, por si le llega tras compartirse por estas redes.
PD: No sé qué es “compo” pero imagino que habrá sido la clase más larga de tu vida. Suerte, valiente.
0 comentarios